19 de diciembre de 2025
La política social en México cambió de raíz en 2018. De un enfoque asistencialista y condicionado que predominó durante más de tres décadas, se viró a una política de derechos que hoy sostiene los Programas para el Bienestar.
Con los gobiernos neoliberales del pasado, los apoyos se entregaban con criterios discrecionales y operaban como mecanismos de control político; en contraste, la Cuarta Transformación estableció reglas claras: derechos universales, ingreso básico para las familias, transferencias no condicionadas y entregas directas, sin intermediarios.
Este cambio de modelo, junto con otras políticas sociales y económicas, como el aumento al salario mínimo, se refleja en resultados medibles: entre 2018 y 2024, 13.5 millones de personas salieron de la pobreza en México.
Un ejemplo de esta transformación es la evolución de la Pensión para Personas Adultos Mayores. Este apoyo económico pasó de 1,160 pesos bimestrales en 2018 a 6,200 pesos en 2025, un aumento acumulado de 434%, junto con una expansión de derechohabientes que hoy supera los 13 millones, ya que es universal.
10 diferencias de fondo entre programas sociales del pasado y los Programas para el Bienestar
| Periodo neoliberal | Cuarta Transformación |
| Política asistencial | Política de derechos |
| Pueblos indígenas relegados | Reconocimiento a pueblos indígenas y afromexicanos |
| Beneficiarios | Sujetos de derechos |
| Discrecionalidad | Universalidad |
| Dádivas condicionadas | Ingreso básico |
| Entrega en especie condicionada | Transferencias monetarias no condicionadas |
| Intermediarios sociales | Entrega directa y sin intermediarios |
| Visión de mercado | Comunidad como sujetos de derechos |
| Pago en efectivo | Sistema bancarizado (tarjeta del Banco del Bienestar) |
| Programas desarticulados | Atención integral para el desarrollo |
La visión hacia los pueblos indígenas y afromexicanos, antes marginados, también se transformó, pues hoy son sujetos de derechos con atención prioritaria.
Otra diferencia con el periodo neoliberal, es que los programas dependían de intermediarios y eran condicionados, mientras que ahora las transferencias no pueden ser condicionadas y se entregan directamente a través de la tarjeta del Banco del Bienestar.
Este giro de modelo explica por qué los Programas para el Bienestar ejercerán una inversión social de un billón de pesos en 2026 y por qué México ha roto una tendencia histórica: ahora hay menos pobreza y más clase media.
Estos programas son públicos, ajenos a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos al desarrollo social.