El presidente López Obrador afirmó que el programa La Escuela es Nuestra se aleja de la centralización y confía en los padres y madres de los alumnos para dar mantenimiento a los planteles.
4 de junio de 2024
El programa La Escuela es Nuestra es un método innovador para mejorar la infraestructura escolar, en el cual la responsabilidad cae en las propias madres y padres de familia, destacó este martes el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su conferencia de prensa matutina, el titular del Poder Ejecutivo indicó que con un sistema centralizado como existía antes, los recursos para mejorar las escuelas no llegaban a éstas.
Por ello, su gobierno optó por confiar en las madres y padres de familia para que ellos reciban directamente recursos económicos y ellos mismos decidan en qué gastarlos.
De esta forma, se ha apoyado a más de 170 mil escuelas en la actual administración.
“¿Cuándo podían tener las escuelas presupuesto para su mantenimiento, 170 mil escuelas? Pues solo con el apoyo de los padres de familia, de las madres de familia, se les entrega a ellos lo que les corresponde y ellos deciden qué hacen con ese presupuesto”, afirmó el presidente López Obrador.
“Esto es algo nuevo de este nuevo sistema o nueva forma de gobernar con el pueblo, con la gente”.
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El objetivo del programa La Escuela es Nuestra es mejorar los planteles públicos de educación básica a través de la construcción, mantenimiento y equipamiento. Para su operación, en cada escuela se integra un comité con padres o madres de familia elegidos en una asamblea y éste se encarga del ejercicio de los recursos asignados en función de las necesidades de cada comunidad escolar.
Bajo ese mismo sistema, el gobierno federal está impulsando también el programa La Clínica es Nuestra, a fin de mejorar y dar mantenimiento a los centros de salud de primer nivel de atención en el país.
Este martes arrancó la entrega de tarjetas del Banco del Bienestar, con las cuales se dispersará el dinero a los comités creados para que las mismas personas que se atienden en los centros de salud decidan en qué gastar los recursos, ya sea insumos, mobiliario o en obras de infraestructura.
Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa.