18 de noviembre de 2024
En Río de Janeiro, Brasil, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo planteó a la Cumbre de Líderes del Grupo de los 20 (G20) crear un fondo que reciba de inicio el 1% del gasto militar de los países integrantes del bloque para implementar a nivel internacional el programa Sembrando Vida que ya se aplica en México.
Este Programa para el Bienestar da a las familias pobres del campo un jornal y capacitación técnica para sembrar árboles maderables y frutales, así como cultivos para la alimentación.
En su participación en la primera sesión de trabajo de la Cumbre, bajo el título de “Lucha contra el Hambre y la Pobreza”, la presidenta Sheinbaum dijo que el objetivo es llevar a cabo el programa de reforestación más grande de la historia.
Significa liberar unos 24 mil millones de dólares al año, 12 veces lo que ya destina México, para apoyar a 6 millones de sembradores de árboles que reforestarían 15 millones de hectáreas, algo así como 4 veces la superficie de Dinamarca, toda la superficie de Guatemala, Belice y el Salvador juntos. Con ello, ayudaríamos a mitigar el calentamiento global y restauraríamos el tejido social ayudando a las comunidades a salir de la pobreza”.
"La propuesta es dejar de sembrar guerras, sembremos paz y sembremos vida”.
En la reunión estuvieron presentes mandatarios como Joe Biden, presidente de Estados Unidos; Justin Trudeau, primer ministro de Canadá; Emmanuel Macron, presidente de Francia; Gustavo Petro, presidente de Colombia; Olaf Scholz, canciller de Alemania, Xi Jinping, presidente de China; Narendra Modi, primer ministro de India, y el anfitrión Luiz Inácio Lula Da Silva, presidente de Brasil.
La presidenta Sheinbaum resaltó también que México destina cada año el equivalente a 1,700 millones de dólares para apoyar a 439 mil familias del país, así como a 40 mil en Guatemala, Honduras y El Salvador.
Hasta el momento, esa inversión ha dado como resultado en 6 años la reforestación de más de un millón de hectáreas, lo cual equivale a capturar anualmente 30 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), lo que abona a contrarrestar el cambio climático.
Además, la presidenta reprochó que en tan solo dos años el gasto mundial en armas, “la economía de la destrucción”, creció casi el triple que la economía mundial hasta llegar a más de 2.4 billones de dólares, mientras que 700 millones de personas aún viven por debajo de la línea de pobreza.
Resulta absurdo, sinsentido, que haya más gasto en armas que para atender la pobreza o el cambio climático. Reduciríamos la migración, el hambre, si tan solo elevamos la palabra amor por encima del odio, la generosidad de la persona humilde y desposeída, por encima de la avaricia y el deseo de dominación. Me niego a pensar que somos capaces de crear la inteligencia artificial e incapaces de dar la mano al que se quedó atrás”.
Durante su intervención, indicó que México construye desde 2018 un nuevo rumbo gracias al pensamiento del Humanismo Mexicano, al modelo de la Economía Moral y al principio máximo de Prosperidad Compartida, o dicho de forma simple: “Por el bien de todos, primeros pobres”.