1 de septiembre de 2022
Los Programas para el Bienestar, junto al aumento al salario y el reparto de utilidades, se han convertido en nuevos y eficaces medios para la distribución de la riqueza, informó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario destacó, durante su mensaje por el Cuarto Informe de Gobierno, que al igual que el aumento en el envío de remesas, los Programas para el Bienestar han ayudado a mejorar la situación económica de la población, pues se garantiza, cuando menos, un ingreso básico.
Muestra de ello, es la más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Inegi, la cual muestra que mientras en 2018 los más ricos del país ganaban, en promedio, 18 veces más que la población en condición de pobreza, para 2020 esa desigualdad se redujo a 16 veces.
Asimismo, en ese mismo periodo, los más pobres fueron los únicos que vieron crecer sus ingresos en 1.3 por ciento.
Lo anterior, en palabras del presidente, reafirma la tesis de su gobierno de que el crecimiento económico no basta en sí mismo, pues la justicia es indispensable, por lo que se ha desechado la “obsesión tecnocrática” de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que no necesariamente reflejan las realidades sociales.
El fin último de un Estado es crear las condiciones para que la gente pueda vivir feliz; el crecimiento económico y los incrementos en la productividad y la competitividad no tienen sentido como objetivos en sí mismos, sino como medios para lograr un propósito superior: el bienestar general de la población.
Desde Palacio Nacional, en el que fue acompañado por gran parte de su gabinete e invitados especiales, el presidente López Obrador enfatizó que el combate a la corrupción y los privilegios, entre otras políticas aplicadas, han permitido ahorrar hasta 2.4 billones de pesos, los cuales se han destinado para el beneficio del pueblo, en particular, de las personas pobres y marginadas.