Prosperidad Compartida: el segundo piso de la Cuarta Transformación

Prosperidad Compartida: el segundo piso de la Cuarta Transformación

Prosperidad Compartida: el segundo piso de la Cuarta Transformación

En 2018, el pueblo de México decidió de manera libre y democrática que diera inicio la Cuarta Transformación de la vida pública.

Desde entonces, nuestro país ha vivido una nueva etapa, caracterizada por el apoyo a las personas más pobres, el combate a la corrupción y el rompimiento del poder político con el poder económico.

Durante muchos años se trató de imponer la idea de que el Estado debía diluirse, que no debía participar en la economía, pues era sinónimo de crisis y devaluación. También que la educación, la salud, la vivienda, la cultura y otros derechos debían ser proporcionados por privados, pues el sector público era deficiente. Sin embargo, todo resultó falso.

El gobierno del Lic. Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) demostró que no era que el Estado fuera ineficaz, sino que fue tomado y desmantelado con el único propósito de beneficiar a una minoría, aplicando la idea errónea de que si la economía se regaba desde arriba, poco a poco llegaría a los de abajo.

En cambio, el primer gobierno de la Cuarta Transformación aplicó un nuevo modelo, erradicando la corrupción –que era el sello del régimen anterior- y poniendo la felicidad y el bienestar del pueblo como su principal objetivo.

En esos seis años se lograron resultados sin precedentes: una economía sólida, gracias al fortalecimiento del mercado interno y a una cifra récord en Inversión Extranjera Directa; y sobre todo la disminución histórica de la pobreza que, de acuerdo con datos del Inegi, se redujo en más de 5 millones de personas.

Muchas son las razones de estos logros pero, sin duda, las principales son el fortalecimiento del salario mínimo –que aumentó más del doble en términos reales– y los Programas para el Bienestar que, a inicios de 2025, benefician de manera directa a cerca de 30 millones de familias en todo el país.

De esta manera, el 2 de junio de 2024, el pueblo dijo fuerte y claro que la transformación debía continuar, pero ahora con un agregado especial: en México es tiempo de mujeres.

La Dra. Claudia Sheinbaum Pardo es, desde el 1 de octubre de 2024, la primera presidentA de nuestro país.

Desde entonces, ha instruido una serie de políticas no sólo para dar continuidad a la Cuarta Transformación, sino para consolidarla bajo los siguientes principios:

  • Prosperidad compartida o, dicho de otra forma, por el bien de todos, primero los pobres.
  • No puede haber gobierno rico con pueblo pobre.
  • Las y los gobernantes deben ser honrados y honestos.
  • Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
  • Prohibido prohibir.
  • Cuidado al medio ambiente para garantizar desarrollo y bienestar.
  • ⁠Igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.
  • Reivindicación de nuestra soberanía, independencia y libertad.
  • Amor al prójimo, a la familia, a la naturaleza y a la patria.
  • No al clasismo, racismo, machismo ni cualquier forma de discriminación.

Esas son las características de este nuevo episodio, del segundo piso de la Cuarta Transformación.

Los Programas para el Bienestar se fortalecen

Para que haya Prosperidad Compartida debe haber una justa distribución de la riqueza, y en ello los Programas para el Bienestar son esenciales.

De 2019 a 2024, se destinaron más de 2.7 billones de pesos en estos programas. Es decir, con inversión pública, la economía se fortaleció y permitió apoyar de manera directa a casi del 80% de los hogares mexicanos.

Es por ello que la presidenta Claudia Sheinbaum –incluso desde antes de asumir el cargo– decidió que todos los programas, pensiones y becas continuarían.

La pensión para personas adultas mayores, las becas para estudiantes, el apoyo a las y los jóvenes, a campesinos, madres trabajadoras, pescadores, personas con discapacidad, todos los Programas para el Bienestar se mantienen en el segundo piso de la Cuarta Transformación.

Pero no sólo continúan, sino que se fortalecen, pues prácticamente todos los Programas para el Bienestar ya son derechos reconocidos en la Constitución.

Además, por instrucciones de la presidenta Sheinbaum, se han creado tres nuevos programas: la Pensión Mujeres Bienestar, la Beca Universal “Rita Cetina” y Salud Casa por Casa.

Además, los Programas para el Bienestar –tanto los nuevos como los que ya existían- son esenciales en la estrategia de seguridad, la cual consiste en atender las causas que originan la inseguridad y la violencia.

Es decir, con ellos se apoya a la población, brindándoles ayuda lo que evita que se sumen a la delincuencia, sobre todo las personas más jóvenes.

En resumen, en el segundo piso de la Cuarta Transformación, el Estado no es gestor de “oportunidades” –que son azarosas y temporales–, que es como se presentó de manera explícita la política social del régimen neoliberal.

El Estado es y será garante de derechos, los cuales son irrenunciables, universales y de cumplimiento obligatorio, pues el objetivo más importante es que la población de México viva en un entorno de bienestar.

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