5 de septiembre de 2025
Este 5 de septiembre, Día Internacional de la Mujer Indígena, el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum refrenda su compromiso con las comunidades originarias por medio de los Programas para el Bienestar.
Sus políticas públicas representan un cambio profundo en la vida de miles de mujeres que, históricamente marginadas, hoy reciben apoyos directos.
Las pensiones y becas son pilares en este esfuerzo. Destaca la Pensión Mujeres Bienestar, dirigida a mujeres de 60 a 64 años, que desde su primer momento incluyó a las mujeres de comunidades indígenas en ese rango de edad.
A la par, las Pensiones para Personas Adultas Mayores y para Personas con Discapacidad garantizan que sus derechos no tengan distinciones de origen y lleguen a todos los rincones del país, incluidos los municipios con mayoría de población indígena.
La educación y las infancias también son prioridad. Las becas universales Rita Cetina y Benito Juárez, así como la Beca de educación superior Jóvenes Escribiendo el Futuro, respaldan a niñas, adolescentes y jóvenes indígenas para que no abandonen la escuela por falta de recursos. Además, programas como La Escuela es Nuestra fortalecen la infraestructura educativa con la participación directa de las comunidades.
En el ámbito productivo, Sembrando Vida y Producción para el Bienestar impulsan la autosuficiencia alimentaria, mientras que Jóvenes Construyendo el Futuro ofrece oportunidades para iniciar la vida laboral y, por otro lado, el Programa para Niñas y Niños Hijos de Madres Trabajadoras otorga un apoyo digno para mujeres indígenas, que históricamente solían ocupar el fondo del rezago social.
Además, el nuevo programa Salud Casa por Casa lleva servicios médicos preventivos a adultas mayores y personas con discapacidad que reciben Pensiones para el Bienestar, a través de brigadas que visitan las comunidades rurales. Para las mujeres indígenas, que suelen enfrentar barreras de distancia, este acompañamiento representa una transformación real al garantizar atención médica en su propia casa y fortalecer su derecho a una salud digna e integral.
Con estos Programas para el Bienestar, el segundo piso de la Cuarta Transformación persigue la justicia social, a fin de asegurar los derechos de las mujeres indígenas y reconoce su papel fundamental en la vida, cultura y la historia de México.
Estos programas son públicos, ajenos a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos al desarrollo social.